Por consenso, actualmente nombramos 4, pero en la tradición china y hasta el siglo XVIII en España (hasta el mismo Cervantes las nombraba en El Quijote), se contemplaba una quinta estación: El estío, que corresponde al fin del verano, desde que comienza a aumentar la humedad hasta que empiezan a caer las hojas de los árboles e inicia el otoño. Esta es la estación del elemento Tierra.

En el cuerpo humano, la energía de la Tierra resuena en el estómago , el bazo, la boca, los músculos y la grasa, y se relaciona con las funciones de digestión y sostén del cuerpo.

La emoción que se relaciona con este elemento es el cuidado y la solidaridad que nace de sentirnos en sintonía con la vida. Pero puede desequilibrarse por una excesiva preocupación y rumiación de pensamientos que no aterrizan en la acción, provocando problemas físicos como la obesidad o trastornos digestivos.

Para trabajar en el equilibrio de un elemento, podemos recurrir a varias técnicas: toma de conciencia, alimentación energética, ejercicios de Qi-kung, fitoterapia, acupuntura y masaje.

Os invitamos a fluir con los ciclos naturales y aprovechar el final del verano para nutrir nuestra tierra interior…

Hay que empezar por reconocer nuestras necesidades, descartar las preocupaciones y obsesiones, pasar a la acción (comprometernos y ocuparnos), y decidir vivir el goce de cuidarnos y cuidar.

¿Cómo necesitas cuidar de tu salud para aportarle tu mejor versión al mundo? Si necesitas ayuda para saber cómo cuidarte, estaremos encantadas de atenderte y realizar un plan personalizado para ti.

Os dejamos un ejercicio de Qi-kung para practicar cada mañana en esta época y siempre que sintamos la necesidad de volver a nuestro centro.

¡Feliz estío!